Este libro no intenta ser un texto exhaustivo de como emprender negocios o crear empresas, es el anhelo de compartir mis experiencias esperando que puedan ser de utilidad a mis hijos y a personas que estén considerando emprender, porque antes y durante el emprendimiento siempre hay dudas, pero no siempre tienes a alguien con quien conversar y obtener otras opiniones.
Emprender negocios, sin lugar a duda, es de las cosas más entretenidas y desafiantes que he realizado en mi vida, desde vender lentes en el colegio hasta formar y desarrollar empresas, pasando por una cafetería, un restaurante para las fiestas patrias de Chile, hasta 4 empresas IT, Hiway, NSP, iClose (startup) y Digifica.
Por alguna razón desde muy temprano en mi vida estuvo la motivación de emprender, no soy de una familia de emprendedores o empresarios, sólo recuerdo que mi abuelo materno, tuvo un restaurante en Concepción pero compartí poco tiempo con él, poco como para haber heredado su experiencia, quizás tan sólo naces con la curiosidad de emprender o la cultivas en el tiempo por el camino que eliges recorrer.
Puede que no vengas de una familia de emprendedores o empresario, pero sí puedes convertirte en uno, aunque aun no tengas claro tu emprendimiento te puedo sugerir que, tal como lo indica Malcolm Gladwell en su libro Outliers, procura tomar todas las oportunidades que se te presenten en la vida, por pequeñas que sean, porque se van acumulando y formando un stack de experiencias en tu vida, que en el corto plazo puede que no veas una gran diferencia, pero que en el largo plazo se transformarán en una gran ventaja competitiva personal.
Estaba recién egresado de ingeniería en telecomunicaciones, y me ofrecieron hacer clases en la misma carrera en los ramos más básicos, la verdad es que no era el trabajo más emocionante, por ese entonces sí lo hubiera sido trabajar en una de las grandes empresas de telecomunicaciones, pero tomé la oportunidad porque pensé que me podría abrir la puerta para una especialización en Japón, pero no fue así. Al poco tiempo se abrió la oportunidad de ser parte de los primeros instructores de la academia Cisco en Chile y me enviaron a USA para formarme como instructor, con el tiempo esto me permitió conocer a la persona, un alumno de la academia, que me invitaría a ser parte de la fundación de Hiway, una empresa del área IT.
El emprendimiento es un buen camino para lograr la independencia profesional, con esto quiero decir tener la libertad de elegir que hacer y como hacerlo, y si todo marcha bien como consecuencia obtendrás libertad económica. En un trabajo como empleado, mientras más grande la empresa, más estándares y normas (restricciones) hay para definir que hacer y como hacerlo, y algunos trabajos que son bien pagados, con el avance de la tecnología pasan a ser menos demandados, y si baja la demanda y aumenta la oferta, baja el precio. Así que si eres de esas personas que desean tener la libertad de elegir que hacer y decidir como hacerlo, y como la gran mayoría quiere libertad económica pero eres de esos pocos que está dispuesto a pagar el precio para conseguirla, entonces ya tienes lo esencial para emprender.
Alerta de spoiler, te puedo adelantar que el camino de emprender está lleno de desafíos, mucho trabajo, largas jornadas extenuantes, los jefes más exigentes (tus clientes y tu mismo), muchas frustraciones, muchos conflictos, muchas decisiones (el emprendimiento no es recomendable para indecisos), muchas alegrías y satisfacciones, hartas recompensas, y todo lo anterior una y otra vez, cada semana, cada mes, cada año. Todo lo anterior va a demandar de ti una gran resiliencia, una gran capacidad de aprendizaje, una gran capacidad adaptativa, ya que las estadísticas dicen que +90% de los emprendimientos no superan los 5 años.
Para unificar entendimiento, cuando hablo de emprendimiento, no incluye las formas de auto-empleo, sino de emprender para crear una empresa comercial y legalmente formal, que genera empleos para otras personas, con balance y estado de resultado, que genera utilidades (o pérdidas), que provisiona parte de esas utilidades para imprevistos, obligaciones y periodos de vacas flacas, y que reinvierte otra parte para ampliarse y crecer, para innovar y desarrollar nuevos productos y servicios, y todo aquello que aumentará la esperanza de vida de la empresa por varios años más.
Mencioné los imprevistos, y sólo para que no pase inadvertido, me refiero a cosas tales como:
Crisis económicas globales (crisis sub-prime 2007-2008)
Cambios de gobierno con alto grado de incertidumbre empresarial
Terremotos (Chile 2010)
Crisis social (Chile estallido social 2019)
Pandemias (COVID 2020, cambio a teletrabajo)
Quiebres de stock globales (colateral a guerras comerciales USA-China y pandemias)
Inflación post COVID
Los propios de cada empresa, por mencionar sólo algunos:
Demandas laborales y multas
Pérdida inesperada de clientes
Clientes que no pagan o no pagan a tiempo
Proyectos que se salieron de presupuesto
Lo anterior no es para desalentar a los que están pensando en emprender, es para poner sobre la mesa a que cosas te puedes enfrentar estando a la cabeza de tu emprendimiento, cada uno de esos ejemplos va a demandar de ti desiciones oportunas para minimizar el impacto negativo, o en el otro extremo, aprovechar las oportunidades, por ejemplo: Todos anhelamos conseguir a grandes empresas y marcas como clientes, porque representan un gran desafío, porque implican reputación y reconocimiento, pero la parte positiva de una crisis económica que afecta a todos es que esas grandes empresa sí están dispuestas a tomar más riesgos que en épocas de bonanza no tomarían, y es justo ahí donde tu nueva empresa puede aprovechar la oportunidad y ganar ese nuevo gran cliente.
Me comprometo a compartir todo lo que crea que te puede ser de gran utilidad en esta aventura de emprender y ha no caer en la falacia de dar fórmulas o recetas que suenan mágicas en algunos libros de negocio pero que en la práctica cada contexto requiere un ajuste fino para poder aplicarlas, este libro será una contribución por todo lo que he recibido y un legado para mis hijos Benjamín y Gabriel.
Rodrigo Maureira, Diciembre 2025